+34 635 82 77 83 | Inés Vallvé - Psicóloga en la zona de Atocha-Arganzuela (Madrid)

Psicoterapia

Atocha-Arganzuela (Madrid)

¿Quieres iniciar un proceso de psicoterapia?

Puede que haya llegado el momento de dedicarte un tiempo a ti, un espacio propio para aclararte y aliviar.

Te cuento: 

La psicoterapia es un camino de autoconocimiento. Es un espacio seguro, confidencial y sin prejuicios donde a través del ví­nculo iremos descubriendo y ordenando tus necesidades.  

Puede que actualmente sientas una dolencia (fí­sica o emocional), tengas un bloqueo, te sientas perdido/a o sea una dificultad concreta la que te traiga a terapia. Lo que sea: está bien. En el proceso psicoterapéutico arrojaremos luz sobre los aspectos que te preocupan, duelen o te están dificultando avanzar. 

Mi función como psicóloga es acompañarte en este proceso de autodescubrimiento, escuchándote y brindándote otro punto de vista.  

Se trata de un espacio cuidado, donde podrás abrirte en confianza ante una psicóloga profesional externa a tu cí­rculo social.

A lo largo de las sesiones ampliaremos la mirada que tienes sobre ti misma/o, tomando mayor conciencia de tu propia forma de pensar, sentir y actuar.  

Algunos aspectos que se suelen trabajar en terapia son:

  • Atravesar duelos, miedos, conflictos e incertidumbres
  • Gestionar la angustia, la ansiedad y la autoexigencia
  • Aprender a poner lí­mites
  • Consolidar la autoestima y la autoconfianza
  • Fomentar la autonomí­a, el autoapoyo y autocuidado
  • Ampliar la toma de conciencia de patrones conductuales y mentales
  • Atender dificultades e inseguridades: sociales, interpersonales, familiares, sentimentales, académicas o laborales
  • Afinar la escucha y conexión interna
  • Atender tus propias necesidades
  • Afianzar recursos para poderte sentir más conectada/o
  • Poder estar en calma y y sosegada/o en tu dí­a a dí­a.

¿Cuándo acudir a psicoterapia?

Hay épocas difí­ciles en las que nos desorientamos, perdemos el rumbo o estamos inmersos en una tormenta, cada cual, con su historia y sus sí­ntomas particulares: Miedos, inseguridades, ansiedad, tristeza profunda, desánimo, indefensión, caos, duelos, contradicciones, soledad, impotencia, frustración, insomnio, pensamiento obsesivo, rabia o dolores, tanto fí­sicos como emocionales. A veces los sí­ntomas son visibles, otras sin embargo, no se ven pero se padecen. 

Si es tu caso, que sepas que es natural no saber seguir solo/a en ocasiones y necesitar un acompañamiento psicológico. La ayuda y la mirada externa de un profesional es necesaria, pues uno es su propio punto ciego, y la compañí­a, bien necesaria.

 

Por supuesto que se puede decidir pasar por el sufrimiento en soledad, pero por qué no ponérselo fácil, -o menos difí­cil-, y compartir el dolor, que en sí­ ya es alivio.

Ir a terapia es un indicativo de salud, y atreverse a pedir ayuda, un indicio de coraje. Hacer psicoterapia es invertir en ti y en tu bienestar.

Personalmente cuido mucho el ritmo de cada persona y me es fundamental que la persona se sienta en confianza y segura, para, desde el ví­nculo, poder construir juntos.

^

Ansiedad o Angustia

^

Estrés

^

Tristeza prolongada

^

Soledad

^

Miedos

^

Obsesiones

^

Fobias

^

Dependencia

^

Insomnio

^

Somatizaciones

^

Duelo o ruptura afectiva

^

Problemas en la pareja

^

Conflictos interpersonales

^

Timidez excesiva

^

Enfermedades crónicas

¿Cómo funciona?

Una vez que decidas dar el paso de venir a consulta, tendremos unas primeras sesiones para conocernos y que ambos podamos decidir libremente si nos sentimos cómodos para continuar el proceso. Es tan importante que tú te sientas a gusto conmigo, como yo poder valorar si soy la persona indicada para acompañarte en tu proceso.  

Las sesiones tienen una duración de 50 minutos y son de frecuencia semanal. La duración de la terapia será variable y la determinaremos conjuntamente en función de tus necesidades. 

Para que la terapia sea fructí­fera serán imprescindibles tus ganas de involucrarte en tu proceso personal. Yo te acompañaré y proporcionaré herramientas para que puedas sostener tus vivencias y emociones, pudiendo así­ tomar las decisiones que consideres pertinentes. Así­ podrás encontrar tu manera de estar en el mundo. 

El ritmo lo marcas tú.